miércoles, 21 de noviembre de 2012

belgië.


Para mi, hablar de Bélgica es hablar de amor. Yo no vine a Bélgica, podía haber sido cualquier otro país, yo vine aquí para encontrarme con mi amor.


Entré en el país siendo una niña asustada y salgo siendo una mujer... todavía un poco asustada, pero no tanto.

Aquí conocí la esencia del amor, aquí he vivido el amor de mi vida. Sé que tengo mucha vida y muchos amores por delante, pero, sin duda, el que me trajo aquí me marcó para siempre.

Este texto quería ser un homenaje al país, a la tierra y a lo que he vivido aquí, al margen del amor, que merecería un libro extenso, con varios volúmenes.

De Bélgica como país, como pueblo, me quedo con varias cosas. Me quedo hasta con las cosas a las que me costó adaptarme. Me quedo con el silencio general en las calles, en los centros comerciales, una vida silenciosa, me quedo con eso y voy a echarlo de menos.
Me quedo con el civismo, la responsabilidad de las personas en la calle, al conducir. Las calles limpias. Los parques limpios.
Me quedo con la cerveza de barril suave, simple: Cristal, Jupiler, Maes... y me quedo con las cervezas artesanas, con las fuertes, con las tostadas, las trappistes, las tripples. Cervezas que sé que voy a encontrar en algún lugar en Barcelona cuando la “saudade” aprete.

A Bélgica le agradezco varias cosas también. Le agradezco su posición geográfica en el mapa, posición que junto con el fantástico trabajo que encontré me han ayudado a conocer a gente de Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania... Africa del Sur y, cómo no, Brasil.

A Bélgica agradezco la compañía de todas las personas que tuve a mi lado durante muchos años, belgas con ganas de divertirse, de conocer. Gente que me habló en inglés al principio y que cuando aprendí el flamenco tuvo la paciencia de escucharme y corregirme con tacto y delicadeza.

A Bélgica le agradezco estos casi nueve años de mi vida, lo que tengo hoy, lo que soy hoy.

Y volviendo a Barcelona cierro un ciclo que se quedó abierto y que no consigo cerrar estando aquí.

Hay una canción preciosa, brasileña, que dice: que venham todos os fins porque eu sei recomeçar.

jueves, 6 de septiembre de 2012

silencio.


Ando pensando mucho en el silencio. Es una arma de doble filo, una arma que usamos para protegernos, porque comunicarse no es fácil y el silencio siempre es más efectivo, al menos deja el beneficio de la duda y nos hace más interesantes.

No podemos negar que la gente silenciosa parece más interesante que los que hablan mucho, así, sin hacer grandes análisis, es un hecho. En silencio no tienes que demostrar nada, no hay nada que ofrecer, solo silencio. Es el resto del mundo quien queda libre para interpretar tu silencio, tu tarea acabó cuando decidiste callar. 

En cambio cuando decides hablar… ahí ya empieza el peligro de ser juzgado, de ser comprendido, de saber hablar y un largo etcétera. Comunicarse es siempre tan complicado.

El silencio por si solo no vale para nada, desde mi punto de vista, es un arma para los cobardes. Hablar sin saber callar viene a ser lo mismo, solo un poco más folklórico. 

Después de meses pensando en eso, intentando entender algunos silencios que me han regalado, llego a la conclusión que el silencio es injusto. Hay que ser sabio para saber usar los silencios, no puede usarlos cualquiera. Bueno, poder sí se puede, obviamente.

Silencios inadecuados, fuera de lugar, son exactamente igual que cuando dices algo y la cagas mucho. 

Un silencio en el momento adecuado es maravilloso, porque es cierto que un silencio puede decir mucho más que millones de palabras, igual que una imagen. Pero un silencio por cobardía, por no saber qué decir…. eso es tan triste.  

Aprendamos a callar y a hablar. Comunicación se compone de: palabras, silencios, imágenes. 

Sed cuidadosos y responsables.


http://www.youtube.com/watch?v=JfvIN4HiM9s

martes, 19 de junio de 2012

inacabado.



No me gusta dejar las cosas inacabadas. Es algo superior a mis fuerzas, siento ansiedad cuando algo que he empezado queda inacabado.

Concretamente me pasa con los libros. Sé perfectamente los libros que tengo a medias.

Empecé “Las afinidades electivas” de Goethe hace unos 15 años y no sé muy bien porqué nunca lo acabé, pero sé dónde lo dejé y sé que quiero acabarlo. Es un libro fascinante. Goethe es fascinante en general. Tal vez este no sea su libro más famoso, pero es impresionante. Lo aconsejo fervientemente, siempre me pareció un autor avanzado a su tiempo, con una mente ámpliamente abierta y tolerante, inquieta.

Hay otros dos libros fascinantes que también dejé a medias, uno es “En busca del tiempo perdido” la primera parte, “Por el camino de Swan”. De este no creo que me queden más de 20 páginas para acabarlo. Su recuerdo va muy unido a mi primera pareja seria, tal vez por eso lo dejo ahí, en reposo, en honor a la melancolía y los buenos tiempos de juventud. Es de esos libros que empiezas a leer y cuesta un poco, Proust se regocija en las descripciones de los paisajes de manera exagerada, algo que, como decía, cuesta un poco al principio, pero a medida que vas leyendo te enamora su técnica, su belleza de expresión.

El tercero de los inacabados es “Moby Dick”. Qué maravilla de historia! Empecé a leerlo un poco por obligación autoimpuesta, aquello que te planteas leer a los clásicos para poder entender la literatura actual. Me fascinó que una historia tan sencilla se convirtiera en mi compañera de viaje, me sorprendió el cariño enorme que le cogí a su protagonista principal, Ishmael, tal vez me identifiqué con él por varias razones, saqué coraje de sus historias. Lo empecé al poco de llegar a Bélgica. Lo dejé inacabado. Nunca le dediqué toda mi atención a este libro. No acostumbro a leer un sólo libro, siempre leo varios paralelamente. No sé porqué este se convirtió en mi libro de cama. De joven era obvio leer en la cama, en casa, con toda la familia, mi cama era el único lugar tranquilo, mío, donde conseguía un poco de intimidad y silencio. Al salir de casa de mis padres e ir a vivir con la que en aquel entonces sería mi mujer, Ann, me encontré con una casa enorme con espacio suficiente para no tener que leer en la cama. Sin embargo, Moby Dick se quedó con lo que yo consideraba un lugar privilegiado, ese espacio en la mesita de noche, leerlo en la cama. A veces leía sólo un par de páginas antes de cerrar los ojos o a veces, ni leía, simplemente lo miraba y le daba las buenas noches. Esa historia de Ishmael, esa aventura a la que se lanza me daba fuerzas y no quería que se acabara.
Ahora sigue siendo mi libro de cama. Sigue a mi lado, inacabado, pero no olvidado.

Estos son los 3 libros inacabados un poco por propia voluntad, por no querer acabarlos para hacer durar su belleza el máximo de tiempo, para tenerlos presentes en mi.

Después tengo otros, aquellos libros que empiezas y ya sabes que no te van a gustar, pero insistes, insistes porque algo inacabado es algo bello, algo vivo y si no me gusta ese libro, quiero acabarlo, no hay espacio para la belleza. No consigo empezar un libro y dejarlo a medias, por malo que sea o precisamente, contra más malo me parece, más empeño pongo en acabarlo.
Es una terapia que estoy practicando, no acabarlos sin ponerlos en la categoría de libros inacabados por su belleza ó leerlos en diagonal. No lo consigo, consigo más lo de leer en diagonal. Puedo llegar a enfadarme mucho con el/la escritor/a, pero lo acabo. Aunque a veces me sienta tentada por lo que Borges dice: para qué empeñarse en acabar un libro que no te gusta, con la cantidad de libros buenos que hay, no perdamos el tiempo. Sé que tiene razón.

Las cosas bellas merecen acabados bellos, todo lo bello precisa de un cuidado especial aunque sólo sea para acabarlo, o precisamente, para acabarlo con el mayor de los respetos.

lunes, 28 de mayo de 2012

bugaderia.

als que heu vist les pel-lícules de la Coixet, suposo que aquesta imatge us porta a elles. A mi m’hi porta cada cop que rento la roba.

A les bugadaries belgues [que són les que conec] hi trobes gent de tot tipus i diria que el subconjunt cartesià que ens uneix és aquesta obvietat del pas temporal per aquest país. Hem sortit de casa, de la nostra rentadora còmoda de casa, on fins i tot algú altre rentava la roba per nosaltres, per veure món, per conéixer gent nova, per conéixer, des de l’experiència, noves cultures, noves maneres d’enfrontar la vida influenciades pel clima del país, per exemple o potser hem sortit del nostre món còmode perseguint un amor, aquest va ser el meu cas, però no el motiu de trobar-me a la bugaderia. Un amor que per raons que ara no vénen al cas es va separar i em va portar a la bugaderia. I ara em trobo aquí una mica perduda, intentant trobar què és el que necessito, en un espai on he viscut un altre amor, un amor incomplert, malhauradament, un amor que no s’ha acabat, perquè com diu el Llach, res no acaba si dintre meu abans no acaba.

Ara camino sola.

Plego la roba seca ja i observo a tothom. Hi ha més homes que dones la major part del temps. Es crea un clima de solidaritat de manera natural, sense pensar-hi, quan se’t cau una peça de roba, algú la recull amablement, quan no tens canvi per l’assecadora i algú et veu remenant les butxaques, de seguida te n’ofereixen. Sovint es nota quan és el primer cop que algú renta la roba a la bugadaria, segurament jo tenia fins i tot cara d’espantada, per les circumstàncies que vivia en aquella època i perquè sempre que comences una cosa nova és con el primer dia de classe o de feina. Entres amb precaució, observant, intentant entendre el “protocol” per passar desapercebuda i sempre algú perceb que és el teu primer dia i se’t queda mirant i et diu quin és el següent pas que has de donar. Ara has de posar els sabons aquí...
De vegades no hi ha molta gent o et trobes sola amb algú altre, plegant la roba, intercanvies vàries mirades intentant esquivar la roba que plega l’altra persona. I finalment intercanvies algunes preguntes bastant típiques i habituals, que es repetiran amb altres persones. Nacionalitat, clima, adaptació, Bèlgica, els belgues, etc...

Sortir de casa, del teu país és una experiència molt enriquidora, fas coses que no faries mai al teu país, que no se’t passaria pel cap fer. T’esforces en conéixer a gent, en sortir del teu entorn, perquè ara no tens entorn, t’allunyes del que estàs acostumat, de sobte tens més opcions vitals  de les que mai haguésssis pogut imaginar...i saps que encara en pots tenir-ne més, seguint la regla de tres. Ho passes malament, també. Et sents sola, també.

Jo ja tinc ganes de deixar la bugaderia, de deixar aquest país. Potser vaig acabar en un país un pèl difícil... o potser el meu caràcter no ha sabut adaptar-se mai del tot aquí i no puc culpar al país...
Vull tornar a casa un temps, rentar la roba a casa, vull saciar-me d’amor, de carinyo, de cuidados, omplir-me, i potser, amb el temps, tornar a marxar i conéixer altres bugaderies arreu del món.

miércoles, 9 de mayo de 2012

frustración vs. fracaso.


Hoy se me han cruzado estas dos palabras en el camino, hablando en una tertulia sobre la crisis ecónomica en España. Inevitablemente lo he aplicado a mi realidad personal.

Frustración: sería el quiero y no puedo, ni lo intento. Tienes un montón de ideas en la cabeza y antes de intentar nada ya piensas que no va a funcionar o simplemente te da pereza y ni lo intentas, pero sigues pensando que hay alternativas a tu presente, que todo podría ser mejor, acabas creando, sin querer, a un frustrado.

Fracaso: aunque a priori podría parecer más grave que la frustración, no lo es. El fracaso llega cuando has intentado algo, cuando has puesto todas tus ganas, todo tu amor en una idea, en un proyecto y al final resulta que no ha podido ser. Fracasas. El fracasado es de naturaleza activa, quiero pensar que no se va a quedar con los brazos cruzados y va a seguir actuando, y fracasando si es necesario, hasta que un día triunfará.

Yo me considero una frustrada a nivel laboral y una fracasada a nivel vital. Fracasada en el sentido más positivo de la palabra, fracaso porque lo pruebo, porque lo intento y óbviamente no siempre fracaso.
En el trabajo soy conformista, aunque también me quejo todo el dia, en lo que podría ser, lo que podría ganar, lo más que me podrían pagar.. y hago algo para mejorarlo? no. Soy una frustrada, lo admito.

La gracia de ser un fracasado tal vez sea reconocer que hemos fracasado e intentar “desfracasar”. El frustrado es frustado por falta de interés, por falta de motivación, entonces me parece difíicil “desfrustrarse”, al final acaba siendo una postura cómoda.

Un frustrado que reconoce su frustración tal vez pueda llegar a ser un fracasado, o mejor aún, un triunfador, no lo sé. Me parece difícil.

Yo admito mis fracasos y sigo luchando, probando, amando, no me rindo.

miércoles, 11 de abril de 2012

maria.

M’he enamorat, un enamorament altruista d’aquests que no existeixen entre els enamorats comuns.
Demà arriba, encara no l’he vista mai, ningú l’ha vista. La persona que més la coneix diu que sembla tranquil-la, com jo. Espero que sigui una mica més espavilada, la veritat, però ja m’agrada.

Ella arriba demà, però jo la trobaré només dijous, alguna cosa em deia que havia de deixar passar aquestes hores entre que arribi i veure’ns.
Encara no la conec i ja sé que passaré la meva vida al seu costat, que mai la deixaré, mai dels mais. Mai havia tingut tanta certesa d’alguna cosa.

Encara no m’ho crec molt que ella arribi demà. M’imagino com serà l’arribada, la benvinguda, fins i tot em pregunto si ella no hauria volgut quedar-se a on era... i aquesta faig que sigui la meva missió, que ella estigui amb nosaltres igual de bé que estava allà a on era, on la protecció era òbvia.

A partir de demà comença a ser important cuidar-me, sentir-me alegre, omplir-me d’energia. Tinc moltes coses pensades per fer amb ella i la distància no em permetrà cuidar-la com voldria. Queda en les meves mans trobar aviat una solució al tema de la distància, quedar-me al seu costat.
Un nou amor que m’allunya dels fantasmes que m’envoltaven aquests mesos, una nova relació per cuidar, una nova vida que comença... i jo al seu costat, privilegiadament, al seu costat.




Benvinguda, Maria.

sábado, 25 de febrero de 2012

deep inside.


Després de passar-me un any i mig esquivant records, intentar trobar l’essència del meu ésser, després d’haver-ho mig aconseguit, començar de zero, jo amb mi, avui he sortit al carrer i m’he trobat amb alguns dels records, ja no venen a buscar-me, me’ls trobo, els miro de lluny, llenço un somriure i segueixo caminant, fins a trobar-me un altre i un altre.... i de cop i volta me n’adono que m’estan perseguint de nou, d’una manera molt més discreta que quan els esquivava, pero venen tots darrera meu.

Intento buscar els nous records, no és que no vulgui els vells, senzillament no els vull tots de cop. No ho aconsegueixo així que decideixo tornar a casa on els records només venen quan jo els convido.
Se’m passa pel cap que un dia deixaran de ser records que em facin fugir i no perquè hagin passat a l’oblit, no vull oblidar, vull guardar els bons records, parlar-li a la meva nebodeta [en camí] sobre tots el records que ara no sé molt bé on ni com posar.

Estic creant noves costums, noves rutines, noves maneres de dir t’estimo, nous gestos, … i m’encanta, m’agrada molt, m’ajuda. Tot i així, sóc plenament conscient que encara he de seguir sortint al carrer i encarar-me més sovint amb els vells records, donar-los un lloc dins meu, que ni ells ni jo ens sentim incòmodes quan ens trobem. Deixar-los entrar al lloc on haurien de ser, on van ser durant molt anys, en forma de vida, ben endins del meu cor.




lunes, 6 de febrero de 2012

mis enfados, actualización.


Hace unos meses empecé mi propia terapia contra el enfado, porque me enfadaba mucho y muy amenudo.
Este fin de semana pensaba en lo tranquila que estoy ahora después de haber ejercitado mis no-enfados. Y ni tan solo puedo decir que ha sido duro, ha sido un ejercicio de autocontrol, de conocer y dar atención a mis puntos débiles, un ejercicio, hasta diría, agradable.

Este último viaje a Brasil ha ayudado mucho, observar a sus gentes, esas sonrisas constantes en sus caras, esa manera tan positiva de ver la vida, es una actitud generalizada que se puede palpar en el aire, que se contagia [afortunadamente]. He vuelto con tal carga de energía positiva que me cuesta hasta entender el porqué de mis [viejos] enfados!

Me planteo si puedo conservar esa energía y hasta si seré capaz de transmitir ese ‘buen rollo’ a mis seres queridos, espero que sí, la sensación es maravillosa.
Una calma interior que me deja tranquila con lo que me rodea, inexplicable con palabras escritas, tal vez una sonrisa lo explicaría mejor.

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Me parece interesante esta teoria:

martes, 10 de enero de 2012

els meus matins.


obro els ulls, miro l’hora, és d’hora, intento seguir dormint, però un cop desperta, en dies com avui, no hi ha manera de tornar-ho a fer. estic nerviosa, ansiosa, angoixada. sé el perquè, però he d’aprendre a ignorar que ho sé i entendre que no he d’estar així per ningú. això encara ho fa més difícil i decideixo desviar la meva atenció i pensar que el que em fa estar així és el viatge que s’acosta. coneixeré a gent amb qui parlo fa uns quants mesos i a qui no he vist mai personalment. això m’excita.

escric al diari per treure’m els pensaments de dins, de vegades funciona. crec que avui entre el diari i això ho aconseguiré.

intento pensar en coses que m’allunyin d’aquest estat, persones que no m’hi porten mai aqui, situacions agradables jo sola, etc i poc a poc sento un alleugerament.

se’m platengem un munt de preguntes vitals i torno a desitjar el tan anhelat ‘protocol vital’ i no només l’exemplar en sí si no també la capacitat de practicar-lo, de dur-lo a terme. deixaria de tenir gràcia la vida amb tal exemplar?

contando...