viernes, 11 de enero de 2013

invisibilidad.

Hace días, por no decir años, que me observo. Me observo y no me veo, no me veo en el mundo. Literalmente.

Salí de mi entorno más cómodo hace unos cuantos años y creo que desde entonces [o tal vez siempre fue así] me volví invisible a los otros.

O mi cuerpo y yo nos separamos.

No lo sé.

Nos encontramos de vez en cuando y ni tan solo sabría decir si soy yo quien entra en mi cuerpo o es mi cuerpo donde yo entro, porque incluso cuando tengo conciencia de ser un todo tengo esa extraña sensación de invisibilidad. Son raros los momentos en qué mi cuerpo y mente están en sintonía, en que tomo plena conciencia de mi ser, de mi, de yo. Y me comparto con el mundo conscientemente.

Hay personas que me facilitan esa sensación de conciencia, que me hacen sentir como en casa, que no me dejan espacio para observarme, que no me dejan pensar demasiado y me siento como se dice: con los pies en el suelo, completa.

Viajo, me muevo, a pie, en autobús, en metro, en español, en catalán, en flamenco, en inglés, en francés... y mi invisibilidad se hace más palpable [valga la paradoja] cuando me muevo en entornos desconocidos, en lenguas que no son mis lenguas.

Hasta que caminando en mi invisibilidad alguien tropieza conmigo!! El desconcierto es importante. Y mis dudas empiezan.. aparecí de nuevo sin darme cuenta? será que no soy invisible al mundo simplemente a mi? soy yo que no veo al mundo?

No lo sé, simplemente no lo veo.

contando...