viernes, 16 de septiembre de 2011

tristeza materializada.


Me siento triste, bastante triste. No puedo decir profundamente triste porque sería exagerar un poco. Pero me siento triste, sin ánimo, sin ganas, sin ilusión, decepcionada conmigo misma.
Mi cuerpo se siente triste. Recuerdo cuando era jovencita [más] que cuando me sentía así me hacía cintas [casettes en aquella época] de música triste, las canciones más tristes que conocía las ponía en un cassette y después lo escuchaba horas y horas sentada en la cama. Cogía mi diario y empezaba a escribir. Era casi un acto religioso, en mi cama durante esas horas se concetraba una gran cantidad de tristeza, una tristeza interna que yo dejaba salir físicamente por las manos, me concentraba mucho y hasta sentía algo en mi cuerpo, sentimientos materializados en sensaciones que mi cuerpo sentía, empezando en mi corazón, saliendo de él, pasando por mi pecho, mis hombros, mis brazos...hasta hallar a mis manos y mis dedos entraban en perfecta simbiosis con el bolígrafo y conseguía sacar toda esa tristeza de dentro de mi en forma de palabra, mental y físicamente curada.
Estoy intentando ese ejercicio estos días...pero la dorada época de estudiante con mucho tiempo libre para cuidar de esas cosas ya no es una realidad para mi. Eso sí que es triste!
Sigue siendo una sensación agradable [y casi necesaria] llegar a materializar la tristeza en mis dedos y dejarla salir en forma de palabras que me escribo a mi o a otra persona, cuando necesito sacarlo completamente de dentro de mi. En casa, en el tren, en el trabajo, con mi libreta en mi mochila siempre, por si mis dedos ya no pueden más y tengo que vaciarlos. Hasta me sorprendo moviendo los dedos, como salpicando las palabras, expulsándolas. Y mi tristeza parece más ligera y consigo creer que cada vez quedan menos palabras tristes dentro de mi, que todo está yendo bien...hasta que me lastiman de nuevo y una ráfaga de esas palabras se vuelve a colar en mi corazón.

Soy perseverante y paciente. Las sacaré casi todas, dejaré las justas para no perder el equilibrio ni las ganas de escribir.

2 comentarios:

  1. Bravo! No per estar trista, això tampoc es pot evitar, sinó per convertir-la en algo bonic.

    ResponderEliminar
  2. ji, què bonic. M'has fet recordar moments de l'adolescència :); tens raó, hauríem de tenir més temps per destil·lar la tristesa...

    ResponderEliminar

contando...